miércoles, 30 de diciembre de 2009

JAGUARES


JAGUARES




Usted se encuentra en una zona de montañas, va subiendo una cuesta de más de dos mil metros. A sus costado se puede apreciar las configuraciones de tierra que han recibido hace unos momentos una avalancha de agua. El camión se desplaza con mucha lentitud, parece que su motor va a reventar. A su lado viaja con usted su hijo mayor. El le pregunta que pasaría si la montaña se cayera. Usted responde que si eso pasara en esos momentos todos morirían. Eso le dice cuando se puede ver que las cumbres de los costados ceden ante el peso y caen en estrepito.
Por fortuna los pasajeros y el conductor no sufren ningún daño, sólo el susto por la hecatombe.
Más tarde el autobús deja de serlo y ahora van en un artefacto animal.


Dice su esposa que no entiende.


Sí es un aparato mitad fierros y tuercas y mitad animal. Van en el trepados en lo que pudiera ser el cuello. El aire no se siente, parece ser que su sueño esta vez salió sin audio. Van volando y en un momento pasa junto a ustedes una águila de enormes dimensiones que los ve de reojo y luego los deja . Extiende sus alas enormes y desaparece.


A la distancia se puede ver una villa o un caserio. Desde las alturas se descubren las azoteas de las construcciones.


En una de ellas se pasea un gato del tamaño de un toro. Luego su artefacto desciende y los deja en una plaza. Bajan y se sientan en una fuente . Ahí llega un leopardo de igual tamaño. Usted supone que este animal se lo comerá. Pero no lo hace solo lo huele y luego lo lame, después de aleja. Buscan algo que hacer y se acerca un niño vestido en pijama, lo sigue su abuela, lo toma de la mano y se lo lleva a una habitación que tiene por puertas unas cortinas de tonos verdes y hasta azules. El niño se mete en una cama y cae en el limbo de los sueños.



Asi que buscan otra situación y llega usted solamente, a la casa de su abuela. Se dirige a la zona del comedor y ahí una mujer de unos 28 años habla con la anciana para decirle que a ella le costó su trabajo llegar a convertirse en diseñadora industrial. Su abuela la ve y parece decir pobre pendeja solo porque diseña orejas para las tazas y hace muebles inútiles ya se siente la divina envuelta en huevo.


Mira hija, yo desde que nací hasta donde me encuentro , en este lugar donde descansan las almas he navegado tanto que todo lo que he hecho no ha sido de oquis. ¿Tú has parido a un niño en plena sierra?.


¿ Alguna vez has estado en peligro de perder la vida porque por un lado subes la loma a trote de caballo y por el otro vienen los sanguinarios de Pancho Villa?. ¿Tú crees que por irte a sentar a una banquita en la escuela ya eres la chingoneria que el mundo esperaba?.


No mi ja, aquí en la vida como en la muerte hay que estar despierto y la mejor condición para ir menguando las tempestades es ser sencillo y no inútil.


Mi abuela le echaba tanta mierda a la mujer que para consolarla y antes de que soltara la lagrimita le dio un pedazo de coscurro.


Me miró con una cara de : Le dí su lección a esta cabrona.



Me despido de mi querida abuela a la que ya tenia olvidada en este mar de sueños recurrentes y me pregunta cunado vuelvo. Es probable que el próximo sueño te lo dedique a ti .
Asi que salgo a la calle y ahora me encuentro por la Calzada México Tacuba mientras camino paso por el árbol de la noche triste en donde Hernán Cortez se puso a chillar después de la putiza que le propino un rey azteca.



Dicen que una vez los capitanes generales de Don Hernán cansados de las promesas de riquezas para todos y bienestar para las familias decidieron acudir a su centro donde operaba y solicitaron hablar con él.

Una vez en su prescencia le dijeron que estaban decpcionados de la conquista de México. La razón? . No obtuvieron nada de lo prometido. Uno de ellos pregunto: Do está el oro?, do la plata. Dicen que Don Cortéz se agarró la barba fruncio el ceño y les dijo que lo acompañaran. Entonces salieron por la Calzada de Tlacopac que es esta que ahora recorro dormido .

Pasó otra vez por el pinche árbol de sus derrotas y detuvo el paso. Los miró detenidamente y les dijo que sí, que en México no habían encontrado las riquezas prometidas. ¡Pero que había bastantes viejas ¡. Ellos cansados de tanto aparearse le dijeron que deseaban algo tangible. Asi que Hernán Cortez les dijo que les daría tierras.



Midan las distancias de acuerdo a lo que necesiten. Uno de ellos el que se presumia más ambicioso le dijo que él necesitaba solamente hasta donde alcanzaba a divisar. El conquistador de México lo miró y le dijo que con su edad de 30 años su vista alcanzaba a ver muchas distancias hasta los montes y más alla.



Bueno el caso es que ahora ando por esta Calzada y poco a poco me aproximo a las entradas del panteón que se encuentra casi en los limites con el Estado de México. De momento paso en un cruce y un policía de los muchos honrados que hay en esta ciudad intenta sacarle la lana al conductor de una grua particular.



El hombre dice que ni siquiera se encuentra su camión en movimiento. Entonces pasó yo y como soy un defensor de las causas inúties y las causas perdidas como San Judas Tadeo, paso cerca del mequetrefe y musito pero para que escuche: Estos pinches rateros solo buscan el menor pretexto para chingar. El Policarpo me mira y parece que no se inmuta. Le digo que estas acciones serán revertidas después en su contra. El hombre hace un gesto de que le vale pito. Y decide caminar conmigo.

Yo, llevo entre los brazos a un infante que no sé de quién es. Lo llevo tapado con una cobija. Nos detenemos en la puerta del panteón que se encuentra abierta a pesar de que ya son más de las siete de la noche. Adentro hay un hombre que se supone es el administrador del sitio. Le digo al corrupto que pase y me pregunta porque. No ha de ser por honrado. Así que entra y el administrador que ahora es una calavera le entrega un papel en donde lo hacen cautivo de sus próximos huesos.



El policía contrariado me dice que si ya se va a morir. Si, según este papel tu muerte ocurrirá cuando acabe la serie de David Carradine. Parece que me alegro porque le digo que no se alarme. Al fin y al cabo morirás como él. En sus mismas condiciones…

Original del Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Para elpueblodeletras.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
30 diciembre de 2009.