miércoles, 28 de octubre de 2009

DON ANDRES.


DON ANDRES



A Don Andrés no lo conocí físicamente. Cuando llegué el ya tenía algunos años de haber fallecido. Sin embargo supe de este señor porque era cuñado de mi abuela.

Don Andrés Arrieta Léon fue un General Brigadier de por allá, en el norte de México en el mero Estado de Durango. Mi abuela me dijo que este General era un tipo de baja estatura pero tan bravo como el que más. Cuando había necesidad de asistir a una batalla, no se amilanaba en lo más mínimo . Se subía rápidamente al caballo cuando este animal comenzaba a andar. Luego sacaba su rifle y en la vanguardia, azuzaba a los muchachos y aún cuando tuviera la muerte encima de él. Mucho me recordaba esa frase de una canción y que cantaba el charro Avitia :

¡ Quién dijo miedo muchachos, sí para morir nacimoosss..
Los disparos se realizaban de aquí pá allá y de allá pá qui.
No había miedo y el que se rajara pos era ejecutado sin miramiento alguno.

Decía mi gran má, que Don Andrés nació con un dedo chueco. A sus tropas le decían La Brigada del huarache. Cierto General le hizo el comentario de que porque no se operaba su dedo para que pudiera usar botas. Don Andrés frunció sus bigotes y le dijo que si así había nacido, pués se iba a ir completo.

El era un verdadero valiente. Una de las platicas que más recuerdo era esa en que se decía que el militar fue a reclamarle la posesión de un caballo árabe a su hermano; mi abuelo.
Comenzaron sus alegartos y como Eduardo Arrieta no quiso devolverlo por la sencilla razón que era de él . Hicieron unos metros de distancia en el patio de la casa y parapetados cada uno en un árbol de mesquite sacaron sus cuarenta y cinco y comenzaron a dispararse . Ninguno salió herido pero los dos demostraron el tamaño de sus huevos . Incluso se mentaron la madre aún siendo hermanos.

Dicen que una vez se encontraban un grupo de soldados descansando después de una lucha feroz. Unos tomaban agua ardiente , otros se calentaban en sus fogatas. Los más ansiosos se daban a la tarea de cantar y hacer versitos. Y otros más jugaban a las cartas españolas.
En esas estaban cuando al General Arrieta se le ocurrió pasar por el lugar. Su ojos agudos los descubrieron. Se acercó con su bota y su huarache para decirles que no le gustaba que los soldados jugaran a las cartas. Mejor búsquense una vieja y cójansela. Pero a las cartas no. Los soldados se levantaron, se alzaron sus manos para cuadrarse ante la autoridad. Don Andrés paso de largo y cuando hubo de desaparecer, volvieron a las mismas. Unos le recordaron a Doña Soledad, y otros murmuraron madre y media.

No pasó ni diez minutos cuando el militar o sea mi tío, volvió por el mismo sitio. De inmediato sintió que sus órdenes no fueron acatadas. Entonces sacó su pavorosa estate quieto y sin contemplación de ninguna especie les disparó en sus respectivas cabecitas. ¡ Pinches cabrones¡. A mí nadie me desobedece.

Y era verdad quién no lo obedecía o mostraba mal comportamiento después de una averiguación previa que no duraba nada, el general ordenaba fusilarlos aprovisionalmente o en su defecto meterles una soga en el cuello y colgarlos.

Ayer por la tarde y después de saber de los desmanes que cometen ciertas personas de la actualidad pensé en Don Andrés. Le llevaría una lista de indeseables, de personas que solo hacen mal. Siendo conservadores la lista tendría como doscientos nombres. Pero después de recapacitar alguien me dijo que los representantes populares son más de 500. ¿a sí?.

Y ponle otros doscientos de los partidos políticos, más las sotanas. También se le deberían de agregar nombres de rateros, sindicalistas, hombres de empresa, periodistas vendidos, presidiarios, policías presidentes municipales, caciques y a algunos más que ahora se me escapan de la mente. Ya imagino la cara de mi tío Don Andrés preguntar: ¡ a chingá ¡ . ¿Y estos bueyes de verdad son tan malos?. Uhhh. Nomás vea lo que han hecho de México Se han robado todo lo que han podido. Incluso ya están pensando en celebrar el aniversario de la Revolución mexicana . Les van a hacer un homenaje. Pués se cumplen 100 años de la gesta.

A ver tú diría Don Andrés . Saca el mecate de mi caballo. Dale una engrasada y le haces el nudo ciego pá que estos jijos del maíz , saquen la lengua a gusto. Comienza con los trajeados .Después con los socialistas , luego te sigues con los empresarios . Y si alguno se declara maricón, pués dénle cuerda primero. A mí no me gustan los putos y tampoco los que le hacen daño a México . He dicho…

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.