domingo, 30 de agosto de 2009

CRISTAL Y CUCHARAS


CRISTAL Y CUCHARAS.



Tibidabo. Barcelona



Es sábado nocturno, son casi las tres de la madrugada y no hace frío , llega un automóvil y desciende un joven , bajas los escalones y te encuentras que pasa otro de más edad siempre con la cara de que ocultan algo . Es una especie de depredador de la raza humana , es una escoria de mierda que solo vive para robar .

Descubres la noche , es un túnel negro negro . Con recelo de indio miras para todos los puntos cardinales , aún en las noches del sueño intenso , los malhechores son capaces de hurtar .

En la contra esquina , se aparece un parque de diversiones, parece ser el parque de Barcelona , hay personas comprando algodones de azúcar , otros más comen helados de combinación.
En esas estás cuando Javier Barden te dice que mires al cielo , y precisamente allá en las alturas hay un barco de cristal , piensas en lo costoso de esa obra quizá algún benefactor catalán desembolsó los euros , quizá sí , quizá no . Barcelona es bona si la bolsa sona.
El barco tallado con la conciencia de un artista , da pequeños giros como si estuviera inmerso en un mar de aire , azul añil.

En su interior viajan diversas personas , seres de razas distintas, de ojos rasgados , de pieles negras y de pieles blancas .

Javier te dice que si quieres subir al barco , y tú temeroso a las alturas niegas con la cabeza , Javier insiste mientras te dice que hasta ahora no ha visto a ningún mexicano que se raje . Recuerdas que para ustedes el rajarse , quiere decir abrirse, como se puede abrir de piernas una mujer , y claro está que tú no eres marica sin calzones .

Javier te entrega un boleto para un viaje de diez minutos . Te colocas en el asiento que un señor te asigna mientras te pide te abroches el cinturón de seguridad , tú aparentas que le obedeces pero recuerdas que nunca te pones el cinto , porque una vez en México un pendejo te chocó del lado del conductor , el putazo que te dio te provocó la torcedura de hombro y un dolor que hasta la fecha no has podido quitarte ni con hierbas de olor .

El barco comienza a dar pequeños giros hasta que cobra una velocidad que los marinos le dicen nudos . Primero sientes placer, hasta que un mareo se apodera de tu persona , y el puto barco sigue y sigue , dale que dale . Sacas la cabeza por la proa y emites un vómito de algodón de azúcar . El líquido rosa cae sobre la calva de un catalán abarrotero .

Te haces el discreto hasta que el barco se detiene , bajas los ciento veinticinco escalones que te separan para llegar al suelo y cuando te encuentras en piso firme agradeces al creador.
Javier te vuelve a mirar y parece decir que tío tan puto.

Los sueños son así , son una especie de situaciones grotescas. Que parecen no tener sentido . Así que sin mover los ojos siquiera te encuentras en una escalinata que te lleva a un prado, ahí hay macetones de todos tipos , en el suelo se encuentran tendidos unos manteles blancos , hay pasteles , y vino y hasta algún guisado de cerdo . Tal parece que se celebró un magnífico festín , pero no hay persona alguna . Pasas caminando entre los manteles y tropiezas con los platos y tazas y vaso y toda la cuchillería . Hay cucharas sucias , con restos de comida , tenedores con pedazos de carne . Buscas una bolsa plástica y comienzas a llenarla de cubiertos , unos niños que te ven cuchichean entre ellos y alcanzas a escuchar que te los estás robando. Tú no robas, piensas , pero la verdad es que te los estás robando , algún dueño deben tener .
Te justificas porque en los sueños nada tiene dueño y todo es de todos , o al menos del que lo sueña y piensa .

En la última etapa de esta dormir en profundidad descubres a un grupo nutrido que intentan alegar de todo , ellos se encuentra parados , se avientan con las manos , estalla un maremágnum , antes de que te atropellen estos tipos sacas de entre tus ropas y le disparas al más león . Este cae de lado como en las películas gringas . Y como en los sueños no existe la ley , pero en la realidad tampoco , le das dos tiros más , al fin que son muertes de humo…
Original de Alfredo Arrieta Ortega
Para elppueblodetierra.
Republica de México.