sábado, 29 de agosto de 2009

A QUIEN USA EL CALCETIN DERECHO EN EL PIE IZQUIERDO


A QUIEN USA EL CALCETÍN DERECHO EN EL PIE

IZQUIERDO.

Por Alfredo Arrieta Ortega.



LAS LARGAS FILAS DE AUTOMÓVILES cruzaban los dos lados del Paseo de la Reforma a la altura del Auditorio Nacional de la ciudad de México , no es raro observar ríos de gentes que cruzan de un lado a otro ansiando llegar a quién sabe dónde.

En esta ocasión , después de adquirir entradas para uno de los conciertos que ofrecerá un tal TARRES, por cierto cada vez los encuentras más caros. Sin embargo es tal la influencia que genera el SERRAT, que los costos se deberán menguar, sí sustituimos dos horas de darnos un masaje en el alma con Juanito y dejamos de lado la compra de los alimentos básicos para el cuerpo.

TARRES se mostró complaciente con el inmenso auditorio, les agrada su cinismo, sus ratos de hipócrita, de vividor a ley. En cada minuto transcurrido nos fuimos adentrando al viaje musical que comenzó rápido y se fue rápido. SERRAT con su sonrisa amable, mostraba una disposición de darle gusto a los espectadores; estaba feliz, además supo cumplir los caprichos del tal TARRES se fue por los sueños de todos nosotros, el colectivo de gente se daba a la tarea de no permitir que TARRES y SERRAT abandonaran la escena, las peticiones aumentaban, aunque todos sabemos que JOAN MANUEL trae un programa definido.


Interpretó Cantares como él sabe hacerlo, regreso una y otra vez a escena ante los admiradores que aplaudían emocionados. Un remate fabuloso fue que dejo a TARRES hacerse presente durante todo el espectáculo.
Cuando el Auditorio Nacional de México sitio monumental inició el concierto apareció el Nano( cuantas personalidades ) caminando sobre una callejuela que bien podría estar situada en Montevideo, en España, o en Guanajuato. TARRES-SERRAT, discreto uno, cínico el otro lucía un traje negro, comenzó la ilusión, las emociones, la crítica social, la poesía absoluta.

En esta calle se ubica un restauran bar, llamado TARRES, aquí se abren y se asimilan las dos personalidades de TARRES-SERRAT, abre sus maletas que vienen desde Barcelona, y comienza el viaje de amor: " Yo sé de una mujer que mi alma nombra "...

En esta ocasión el respetable no podía seguir paso a paso las canciones porque no las conocía, estaba absorto escuchando para entender los nuevos temas.

Una vez RICARDO ROCHA le preguntó a SERRAT sobre las canciones; qué te gustan más SERRAT las nuevas o las viejas, SERRAT o TARRES contestaron inmediatamente: ¡ A mí me gustan las viejas nuevas ¡, ambos soltaron la carcajada.

SERRAT se paseaba a lo largo del escenario, mostrándose como jugando, a veces coqueto, a veces risueño. El escenario era envolvente, mostraba una atmósfera en tonos azules u otros colores, esto fue un verdadero placer conjugado con las actitudes amables del cantor. De pronto se escuchó Penélope , luego un Mundo raro, los mexicanos se quedaron estupefactos al escuchar al mejor compositor en nuestro idioma desgranar las frases de JOSE ALFREDO JIMENEZ: Les diré que llegué de un mundo raro. Todos estabamos de su lado, todos éramos TARRES, todos éramos SERRAT, lo acompañamos por el viaje sentados en esa silla de peluquería . Después llegaron los Fantasmas de Roxy, el clásico Mediterráneo. Así transcurrió el sueño, se hizo más noche , " el sol nos dice que llegó el final ",
En medio de una prolongada ovación todos de pie, JOAN MANUEL SERRAT, y el marginal TARRES, desaparecieron, se llevaron los dos " su espíritu burlón y su alma quieta ".

Pasó una ausencia y regresó para hacer su último encore, la gente suplicaba otra otra. Se apagó la luz y todos regresamos al anonimato , " al ruidoso tumulto callejero" , gracias como dijo un argentino por existir.

15 de mayo de 2001
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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