sábado, 29 de agosto de 2009

NO SE QUE FUE DE ELLA



NO SE QUE FUE DE ELLA.

A la mamá...


Alfredo Arrieta Ortega.

Es verdad no sé que fue de ella, la primera vez que la perdí, fue cuando en su insistencia por buscar apoyo de quién fuera, decidió casarse con un albañil.
Yo la recuerdo esos días de verdad rudos, cuando peleaba con mis hermanos , o jugábamos a que éramos elefantes, y nos seguíamos unos a otros formados , tomados de las manos , Yo por ejemplo era Fanto ,mi hermana Patricia era Fanta , y así los cinco.

Una vez cuando se sintió abandonada, caminaba casi sonámbula por las calles de Tacubaya o Mixcoac , iba vestida con esos trajes de los años 60 que se llamaban Catalina , usaba un collar de rubiés y un anillo de la misma piedra . Tomaba de la mano a Paty , que era una guera de cinco años .

Caminaban sin prisa , Paty miraba a quién le tomaba esa fotografía que nunca más volví a ver .

Ella caminaba abandonada con los ojos perdidos y debió ser por las presiones nerviosas que cayó abatida por un schok , echaba espuma por la boca y se movía retorciéndose como aturdida por un ataque .
Una señora se le acercó en calidad de ayudarla , la tomó por la espalda para evitar que se lastimara , y cuando recuperó el sentido se alejó con ella...

Ella llegó aquella ocasión a México a finales de los años 40 , y llegó debido a que aquí se convertiría en la muchacha que cuidaría a Gérman y a Lalo.
Tuvo una vida durísima , que es cosa común aquí en México, nada que nadie se pueda sorprender , porque aquí todo es así ..

Por esas experiencias por ella vividas , su única manera de arreglar las cosas eran tomar una enorme manguera , que se podía azotar en quién fuera , a mí me tocó más de una vez recibir los chingadazos en todo mi flaquito cuerpo. .

Por los rumbos que van tomando las cosas me llevaron al Manicomio de Mixcoac , pero no en calidad de loco ni de zafado mental , lo que sucedía era que por esos años , todos podíamos caminar por las instalaciones de dicho nosocomio , todo era árboles y flores , lo que pasaba adentro como choques eléctricos a los cerebros , torturas de toda índole humillaciones al tener a los enfermos desnudos no era cosa que nos competiera en verdad . Una vez subimos por una barda que daba a las arboledas , trepámos con muchos apuros pero lo hicimos con ganas porque otros gandallas nos habían dicho que si teníamos suerte miraríamos a viejas encueradas.

Y así fue , una loca de mirada perdida , lejana y azul como diría Joan Manuel , hacia piruetas sobre una resbaladilla , se encaramaba como a la punta y se dejaba rodar hasta caer al suelo que algunas veces era un lodazal . Después se revisaba las piernas , lo de en medio y sus chiches de vaca . Cuando se percataba de ojos mirones , tomaba piedras rojas y las aventaba al punto intuido mientras decía : ¡ hijos de su chingada madre , chingen a su madre....¡ Como pódíamos nos bajábamos hasta quedar desfallecidos, riéndonos de nuestras aventuras y más tarde al recordar ya en nuestra cama nos masturbábamos a gusto , recordando a la pirada . El manicomio lo tiraron para construir lo que hoy es la sucia unidad habitacional de Lomas de Plateros.

Ella mi mamá , vendía comida a los trabajadores de la construcción, y alguno de ellos , originario de Guanajuato le echó el ojo con la intención que tu ya sabes , ella tenía 6 hijos .Pero existen fotografías que le podían hacer competencia a la cantante folklórica María de Lourdes . Había una en donde posaba con un suéter marrón , y en donde se podía descubrir sus ojos color café .

Más adelante decidió llevarme una tarde a la Comercial de Patriotismo para comprarme un pantalón topeka negro, vaquero . Subimos a un camión y ahí me dijo que pensaba casarse , me insistió para preguntarme que me parecía, y le respondi que bien. Y no era así porque sustituir al padre no es fácil, pero el padre también era un cabrón consumado con quién no se podía contar.

Llegamos a la casa de Ciudad Netza, que lleva el nombre de un rey indígena mexicano que dicen que en sus ratos libres escribía poemas, escribía sobre los valles, los dioses y las flores; su nombre significaba rey de los coyotes hambrientos.

Ella se vistió con un vestido azul recortado hasta la rodilla , su pelo lo cubrió con una mantilla , y se dirigió con su nuevo consorte a la iglesia en donde un padre les daría los parabienes . Esa tarde fue buena porque comimos guajolote con mole , muchas tortillas , arroz , cervezas superior , cocas y agua de horchata . Recuerdo que tomé una gran pata y me la devoré como los vikingos , gua;gua ; hasta saciarme de carne. Después los tiempos que corrieron indecisos , y el hambre logro posicionarse de nosotros muchas veces .

El ambiente era siempre polvoso y blanco de salitre , las casas que no eran otra cosa que cuartos hechizos con láminas de cartón .Se construían colocando tabiques blancos sin cimientos, después el improvisado albañil , levantaba paredes , entre gritos y pestes , entre gente vulgar y ebria . Casi todos llegaban de distintos parajes , desde el interior de la república , en busca de sustento , ninguno lo lograba . Yo remember mi pelo rubio, de color ceniza , mis pies con unos zapatos de hule de una marca llamada sandak , que cuando me los quitaba olía a todo tipo de cagadas , lodo en los calcetines que se sostenían casi parados . Prendía el radio y escuchaba bule-bule y popotitos ,sí tenía suerte podías escuchar a César Costa que con su media voz decía: paloma, paloma negra paloma...

Recuerdo que también me enamoré de una pecosa gordita que tragaba y tragaba unos agridulces y fruncía la boca , que tenía una tía que vendía dulces en los cines . Una vez me llevó a su negocio que se situaba por los barrios sórdidos de México , le decían la Morelos , allí supe lo que eran las putas que caminaban sin discreción alguna contoneándose toditas , llevando entre sus brazos un rollo de papel de baño que recortaban y recortaban . ¿Siempre me preguntaba qué tendrían chorrillo intermitente ?. Pero no , ellas llamaban a los clientes que se podían descubrir entre las campanadas de la iglesia de la Candelaria . A ellas llegan los obreros sudados y los comerciantes en chiles , en dulces de azúcar , cargadores de costales y mecapaleros ; ahí vá el golpe , ahí va el golpe... Las podía encontrar de diferentes regiones, unas por ejemplo venían de los pueblos que están situados allá por Puebla, por Cuetzalán , o más allá de Orizaba Veracruz , o más para allá de las regiones de Yanga que según dicen era un negro esclavo que una vez se rebeló y convocó a sus iguales para enfrentarse a sus explotadores. Yanga fracaso con todo éxito , fue colgado .


Tiempo después nos cambiamos por la calle del Capiro, porque esa colonia proletaria llevaba los nombres de canciones : “ Y ese Capiro ya se secó, teniendo el agua en el pie , tal vez sus hojas tengan razón pero el capiro porqué ”.

Para seguir con el relato, debo decirte que ella cambio sus conductas de la vida ,y por las circunstancias adversas decidió no optar por los hijos primeros , los dejó a temprana hora , que hicieran lo que mejor les acomodara .

El Dito, que no era otra cosa que Fernandito , decidió no participar en esas aventuras y no quiso tener un nuevo padre . Se largó lo más rápido que pudo , y como los perros audaces corió y corrió sin mirar pá atrás . No lo volví a ver hasta muchos años más tarde .

Alguno me informó que mi hermano se dormía en un establo allá por los rumbos de Merced Gómez , lo ubiqué y allí estaba , acostado en un montón de pastura ; qué haces aquí le dije , durmiendo...me contestó . Vámonos pá la casa ,No , nel.. Tomo un banquito y procedió a la ordeña . Entonces salí y le dije a Paty , no quiere venir.

En esa penas andábamos cuando ella en sus apuraciones de vida nos mandó a la guera y a mí por un medicamento pá las reumas , yo iba presumido con mis zapatos hule ,cruzámos un alfalfar , lindo de verdes , hasta que un perro nos sacó a la realidad y nos pegó una corretiza en dónde perdí los zapatos . Después de reponernos del susto, buscamos y buscamos entre los alfalfares los zapatos baratos , no los volvímos a ver ...

Yo siempre quise escapar y la mera verdad no me animaba . Así que terminé la escuela , era un muchachito lleno de pecas , con las manitas flacas y el cuerpo flaco. . Una vez la señora que la rescató del suelo , nos dio a comer patitas de pollo y al servirnos el caldo insaboro mi hermano Andrés el chico, dijo que él no comía huesos , pero el guisado era solo eso . Sali de la escuela y el trabajo me llamo . El primer día, ella me despertó, quité las cobijas negras , y me levante con los pelos por todos lados, los ojos con chingiñas , y una flojera de espanto.
Desayuné sin hambre , pero así me fui . Caminé por esa vereda que hoy por hoy no sé dondé está situada . A lo mejor por la calle del Amanecer Ranchero, Quizá por la del Gavilán Colorado , ó por Pancho López .

Caminamos hora y media después por esas calles , entre lupanares y me escapé . Hice como que se me había zafado una agujeta, doblé la esquina y correle que te alcanza .

Ella también cantaba , a veces conmigo a veces sola : “ Y en las anchuras del mar oí cantar a una sirena . Y en su canto me decía ; soy sirena de la mar... Y ese es mi gusto y por eso vengo a cantar , pulsándo mi guitarra y en las anchuras del mar...”

Cuando su humor lo permitía , platicaba sobre su niñez , sobre los baños en el río , entre piedras lisas y flores de amapola , que ahora dicen es motivo de exterminio por los ejércitos porque dicen que de esa flor sacan la heroína . Vaya usted a saber . Ella era de un pueblo enclavado en lo perdido de la serranía , Canelas Durango.

Dicen que si tu te parabas en la loma podías mirar a lo lejos , pero muy lejos las luces de la ciudad de Culiacán . Dicen que en ese pueblo estaban tan dejados de la mano de Dios que cuando llegaba una avioneta los lugareños se acercaban a la pista y le arrojaban maíz para que el pájaro de acero comiera .

Una vez me llevó a esos lugares y monté un burro , me ataron a mí y a Patricia entre la silla y sujetos fuertemente , cruzamos la sierra y nos agarró un aguacero que parecía que el mundo llegaría hasta esa tarde . El burro desesperado por su carga de desalmados niños y espantado por los truenos corrió por las veredas del monte. . Santiago Ortega , le pegó a su caballo y corrió tras de nosotros . Se bajó enojado y tomo al burro por la cabeza y le propinó uno golpes en su cara , el burro quedó tendido en el suelo entre los lodazales, la lluvia y los truenos que lograban arrancar las ramas de los árboles hasta quemarlos . Llegaron los demás y lo levantaron por la cola .Ella perdió un paraguas de manufactura japonesa.

También subí a un caballo muy brioso de una joven a la que le decían Chaidez , agarraba a su caballo con tal maestría que nadie la igualaba , echaba sus parejeras por las calles empedradas , no le importaba que estas estuvieran bañadas por un chipi-chipi pertinaz .

Quiza fue feliz pero yo no puedo explicar a que se debe el hecho de tener y tener críos , para después que se las averiguen como puedan qué caso tiene .

Decía mi abuela que ella llegó en una ocasión con la comadre Finita, la llevó de 16 años , y la llevó precisamente al sitio de los lobos , donde se dieron la oportunidad de escoger . Después tuvo su primer hijo, unos decían que era de un tal Luis Young que era piloto aviador , pero el caso fue que después de una sesión de tundas , le sacaron la verdad y el angelito no era otro que el primogénito del general .Es decir mi papá.

Después el güero apuesto y de un carácter del diablo se escapó una tarde . Le dijo a ella que iriá a compra unos libros y jamás volvió.

Mi abuela me platicaba que el joven fello ( Alfredo ) siempre mostró su carácter de mando no en balde su apá era general brigadier del ejército mexicano . Una vez le llegó un telegrama del general, las muchachas se arreglaron para darle la bienvenida al militar , cuando estaban en la estación del tren , las ansias de ver al padre eran tantas que contaban a las personas que bajaban del ferrocarril . A lo lejos se vió la figura anglosajona de Eduardo, que haciendo los ojos más chicos para mirar mejor, descubrió con gusto la silueta de su último chamaco . Alfredo corrió para lanzarse a los brazos fornidos de su papá que le pregunto : ¿Cómo lo trataron mi hijo? . Alfredo se volvió a su madre y dijo; ésta vieja jija de la chingada me metió un jabón en la boca para que no diga groserías. Pero ahora , y al sentirse arropado dijo: Ahora me haces los puños que quiere decir en mexicano : ahora me la pela ¡.

Esta forma de hablar dicen que se dio en la revolución mexicana . Una vez que los iban a matar les preguntaban a los próximos difuntos sobre su última voluntad . Uno de ellos externó : Yo quiero que no me afusilen aprovisonalmente , quero que me cuelgen del árbol más alto, otro pregunto; ¿ pero esta forma de morir no le trae más dolor ? . No, contestaba el futuro muerto. Porque dicen que a los que cuelgan, en el último espasmo,se nos para el miembro viril. ¿Y eso qué?, pos , que cuando me hayan colgado y yo saque la lengua , en estertores de muerte tendré el gusto de decirles ahora ´si hijos de la chingada me están pelando todita la verga ¡...

Es bueno acordarme de los detalles , de cómo llevaba la camisa de fuera , de lo que comía , siempre tarde , de los vientos de otros años , de los temporales y los rayos , de los olores de esta geografía agreste , de cómo llegamos hasta este sitio, transformados en nuevos viejos , en próximos cadáveres que ya no usaremos zapatos , de cómo está ahora la conciencia , de cómo tenemos la piel ajada , de lo simple que es todo, pero para llegar a este punto , se debe recorrer una serie de murallas , que finalmente no te llevan a ningún lado. Esa es la experiencia , la del buen vino que podamos beber , la de atragantarnos con barbacoa y tocar la guitarra .

Esos tiempos que jamás volverán solo permanecen en los recuerdos, o en aquella fotografía que nadie tomó hasta ahora. O esa escena de cine en donde miro a Micaela, hacer lo posible para comprarme el traje de graduación. Y me da abono tras abono para que al término Juan Cruz, el maestro me entregara el trajecito gris Oxford. Me veo gastándome los abonos, compró paletas, dulces, tortas con crema, alquilo bicicletas, me gastó todo, es que yo quería saber que se siente ser rico, y gastarme doscientos pesos de esos años en verdad era una inmensa fortuna. Y como no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pagué, Micaela me llevó hasta la Emiliano, esa las de las paredes verde mar, con todo y su manguera de castigo . Le exigió a Juan Cruz le entrega del traje o la devolución de su dinero. El maestro Cruz, me miró, me dije trágame tierra. Sacó unas llaves de su saco, abrió un cajón de su escritorio, buscó en una bolsa de plástico, y contó y contó , hasta completar mil pesos. Se los dio a mi mamá.

Ella los recibió molesta, salimos a la calle y yo respiré aliviado. Nunca le dí las gracias al maestro por ese acto de generosidad.

Desperté a las seis, caminé sonámbulo el gato con su fino oído, comenzó a maullar...



Ella no sé si está , ni sé lo que le ha pasado , los tiempos se volvieron crueles , sin corazón , todo es olvido y desprecio , solo el recuerdo aviva , y las chispas eléctricas me lo dicen .

Una vez acudi a mirarla, ahí estaba en su cuarto , en ese tiempo estaba viuda por segunda vez . Estaba sentada en su cuarto lleno de fetiches , imágenes de Santos , y elementos mágicos de curación , una alcancía para el santo y sus piernas gastadas por los años . Me miraba casi con desprecio , a lo mejor con un odio infinito .

Aquella tarde , bajé del automóvil , llevando de las mano a los hijos , me volvió a mirar con esa mirada dura , esa mirada de cuando tenía ganas de decirte mil maldiciones . Le di un beso en la mejilla , que casi se limpia con los codos , di la vuelta , subí al coche , y ya no supe de ella .

NO ES QUE NO VUELVA PORQUE ME HE OLVIDADO.

Serrat


Alfredo Arrieta Ortega.1967

Todo fue tan rápido que aún no me he dado cuenta que a mis cincuenta años de rodar y rodar,y saber que estoy afuera y que el día que yo me muera sé que tendrán que llorar , me he quedado sólo en este mundo. Y lo digo porque hace unos días apenas me han comunicado la noticia de que el ser que me trajo al mundo ha muerto. Y como dice Joan Manuel yo perdí el rumbo hace cuarenta.

Mi mamá me llevaba por las calles de esa polvosa colonia para que entrara a la escuela, sólo pude obtener la elemental, después que llegué a casa , esa casa de láminas de cartón y maderos atravesados, que se hacían acompañar a su vez de cables de corriente eléctrica, un foco cagado por las moscas. Terminé la primaria, sin saber leer, sin saber hacer la más simple suma o dividir una sola manzana. Le dije a mi mamá que ya tenía mi papelito donde decía que el maestro Adolfo Rosas Solares, dictaminaba que había terminado con buena conducta esta educación de los años sesenta y siete .

Ahora me avisan que mi mamá murió y ni siquiera supe de su muerte hasta hace apenas cuatro semanas. Era una cita que perdí. No sé porque causa, si mi mamá llevaba consigo los olores de la tierra , lo fértil de su pueblo, donde me acuerdo se daban unas guayabas rosas así de grandes, de sus variados aromas de cafés, de los hablares cantados, de las posibles canciones regionales.. Hacía tamales norteños, que a mis hermanos y a mí llegaban a atosigarnos pero que comíamos como perros feroces.

No sé cual pueda ser la causa real que siempre llego a destiempo a los sepelios.Al de mi abuela, llegué cuando hubieron de pasar muchos años, en que me trasladé mil kilómetros al norte y ver su tumba,; mi querida abuela.
Con mi padre, si acudí, pero desde el año 81 no he vuelto a regar los árboles que él plantaba a su padre el general en El jardín de San ángel.Ahora con Micaela no supe de su muerte hasta transcurrido un mes.


Allá por los años tristes, cuando teníamos hambre de verdad y no éramos los únicos porque después supe que casi toda la población de Latinoamerica está a unos pasos del hambre desesperada.

Comíamos frijoles de la olla acompañados con una hojas de aguacate para darle la idea al guiso que en verdad llevaba aguacate, o tomábamos un atole de maíz que ya me tenia cansado, era la misma opción; atole de masa y piloncillo, o patas de pollo , o si acaso un huevo cocido. Era en verdad el hambre reflejada en los rostros de todos, para calmarla me comía unos chiclosos de chocolate llamados kori.

Perdí el rumbo porque no me dejaron otra opción. Ella no supo cuidar a sus hijos como veo ahora la marcha de los pinguinos donde las madres luchan de una manera impresionante por las vida de sus crios, ella no lo hizo. Y tal vez usted diga que mamón el tipo tiene 50 y todavía quiere la protección de la madre. Claro que no, pero a quién le gusta verse desplazado, olvidado por sus propios consanguíneos, claro que a nadie.

Mi mamá usaba ropas sencillas como de mujer de pueblo y
Luego la ví de diferentes maneras: cayéndo desmayada en pleno arroyo, gritándo al policía de migración que me dejara pasar porque estaba detenido en la aduana de Sonoita Sonora, y fue en aquella ocasión que este oficial pensaba que yo era norteamericano y qué me había metido a territorio mexicano en calidad de mojado . También la vi cuando tomaba su mangera transparente y hacía su ley a fuerza de golpes sobre nuestros lomos. O cuando le decía al cardiólogo que su mamá tuvo cáncer en Guadalajara. Pero nunca se dobló, para decirme como estás hijo, cómo te va en la vida, porqué tu enojo. Usa tus zapatos y vuelve, vamos como hace años, te compro un pantalón de mezclilla, o te pongo en una caja 20 paletas de limón de agua para que tú las vendas, o te hago un pastel el 22 de diciembre.

Alguien muere en la clínica 25 y por el puente de Zaragoza pasan indiferentes los negros :

Llegó Antonio esa tarde de enero, lo ví por el ojo de buey , se encontraba más gordo, de unos 45 años, calvo . Tocó la puerta por segunda vez, y por un momento dude en abrirle, no es que lleve por la vida rencores, de tiempos pasados, le abri y sin más explicación me dijo que la dama que los trajo a este vil mundo estaba en vías de gravedad, ahora , casi cuatro semanas más adelante , busco a Jaca , la más chica , y me explica el cómo sucedió: mi madre estaba en el baño y cayó en desmayo, impidiendo el acceso libre de la puerta, otros nietos la llamaron y ella ya llevaba en el cuerpo una embolia paralizante, buscaron una ambulancia y allá llegó, después de la embolia paso a otra situación, derrame de cerebro, perdió la noción de quién era . Dice Yaca que mi madre se fue muy triste de sus hijos, a los que no les hizo nada, y de los cuales no comprendia su alejamiento de años, nunca se doblegó, era igual de dura que mi padre, me hicieron un daño tremendo y nunca me pidieron disculpas de nada, sentía que una madre no debía no debía torcer su brazo nunca más .

Una vez hace mucho tiempo, por los años sesentas mi madre aún joven se desmayó, fue tal el susto que me dio, que aún recuerdo el como lloraba, el como le pedia que no muriera, y vislumbraba en mis años de niño como sería este mundo sin el apoyo de mi madre. El apoyo que nunca te dió. Dice Yaca que no comprende que fue lo que pasó, y solo le comentaste que ahora serían huérfanos.

Este tiempo ya no es como el de antes, ahora es sórdido, y parece no interesarme nada, y sí ahora cayera en una depresión absoluta tampoco ,me importaría.¿ A quién le importan tus deudas y tus deudores o los achaques de tus mayores?. Miro a mis hijos preocupados y las cosas se salen de madre, se mueren mis cercanos, los entierran .





Material de archivo de Alfredo Arrieta Ortega.
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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méxico.
Marzo de 2006