sábado, 29 de agosto de 2009

LOS SUBURBIOS DE LA SOCIEDAD DE ANIMALES



LOS SUBURBIOS DE LA SOCIEDAD DE ANIMALES.


- “Nada tienes que temer, al mal tiempo buena cara , la constitución te ampara, la justicia te defiende, la policía te guarda , el sindicato te apoya y los pajaritos cantan y las nubes se levantan...”
Serrat.


Hace unos días escuchando la radio , un señor llamado Jaubert , experto en saber definir a las personas por sus rasgos físcos , su comportamiento , y su yo interno , decía que una mujer con cara de perro , y casada con un señor con cara de rata , llevarían una relación de mucho conflicto , pués ya sabemos de la fiereza de un perro , y de la fiereza de una rata.

Creo que este señor Jaubert , está en lo cierto . Porque los rasgos definen a las personas .
Ahora te explico :

Una mujer perra , pero con rasgos de hiena , ataca en su instinto de perra y afilados colmillos . Es gente que con toda seguridad viene de un barrio de los que se llaman bajos , donde vive el lumpen , la escoria . Notas en su expresión de perra-hiena , un cierto odio por tener un papel de obrera , pero a decir verdad la inteligencia de estas personas no dá para más .

Discutes con ella y bajas a su nivel de perra y notas la vulgaridad de esta hiena . El momento estalla y le arrojas un vaso de café caliente , los ánimos se alteran . Aparecen otro tipo de perros , vestidos de azul . Ellos son de la clase de perros policía . Individuos que no les quedó más que meterse a la policía preventiva de la ciudad de México , cuerpo de asco y verdardera putrefacción . Preguntan y noto que sus ideas y sus preguntas son estúpidas , su único razonamiento es ejercitar la ley en contra de mí . Suben a la patrulla y la policía perra , la mujer perra policía parece como oriunda de Chiapas , sus gordos cachetes y pistola al cinto , regordeta ella acompañada de esos perros chatos .

El lío sigue y te presentan al juez cívico , que más bien parece hampón . El lee la Prensa , y veo que sus ojos de buitre miran la página de crímenes mientras de reojo contempla las luchas . Es su medio . Este individuo representante de la ley , es otro tipo de perro , prepotente , sucio . Su cara asemeja al chacal africano , aguza sus expresiones te pide insolente digas lo que tengas que decir , se enoja porque no lo dejas hablar, pero sí no sabe , es un juez hiena , que tiene la ley en sus manos y como es de suponer la ejercita de acuerdo a sus torpes ideas y su amplio conocimiento de la ley del Distrito Federal . Un mediocre imbécil . Después soy trasladado al médico legista , que es otra clase de animal parecido al buitre, me pide ponerme de pie para determinar si no estoy borracho. El buitre me dice : Ponga los pies juntos , extienda las manos de izquierda a derecha , toque con la punta de sus dedos su nariz . Ahora haga lo mismo pero con los ojos cerrados , izquierda derecha . Te dice con su cara de buitre con lentes que lo que hiciste no es un juego .

Después me llevan con otros dos policías burócratas , y piden la declaración de la perra hiena , y ella con el odio y la baba imaginaria escupe los higados y hasta el alma . El burócrata policía que lleva en sus rasgos el rostro de un animal parecido a la comadreja , según él un conocedor de las leyes podridas de este México . Te condena y expone que mi proceder puede incluso llevarme al reclusorio , uno de los lugares más sórdidos de esta ciudad de perros , lobos , roedores , e insectos de todas las variedades . Lo enfrentas y dices que son ,muy justos , por mojar dos periódicos , podría ir a las ligas mayores . El burócrata dos , porque el ataque fue en jauría , también lleva una camisola amarilla , el muy hijo de puta hablaba con sus viles compañeros de que yo era un macho , y que los hombres deberían conservar sus principios y su moral .

Salió de su oficina y le encargo a otro roedor policía , de esos que casi no hablan castilla , que me encerrara en una de las carcelitas de la delegación Cuahtémoc . Tomó un manojo de llaves , me ordenaron quitarme las agujetas de mis zapatos para que no me fuera a suicidar . Pasé a la carcelita y me senté en una cama de piedra , en donde los tapices decían : “Aquí estuvo el Lolo”; policías ojetes de mierda”. Me la pelan todos”. La perra hiena se retiró , quedó compacida por los resultados , de una policía corrupta , igual que ella , de una justicia que destila mierda.

Luego escuché los pasos de Tristán que se acercó con su estilo de caminar rápido , de inmediato lo reconocí . Me vió con sus ojos de gato , y le dije rápidamente que esa era la justicia mexicana .

Volvió a salir para conseguir dinero para pagar los excesos que cometí y la perra hiena salió bien librada pero también se llevó lo suyo .

Cuando estaba en la carcelita , los cerdos platicaban porque los estaba escuchando que yo llegué muy bravucón . Se puso mamón el pendejo , dijo el cara de chacal africano , pero aquí le bajamos de huevos y los chingamos , dijo el perro . Yo , los miraba por entre las rejas . Había tres cárceles , que están destinadas a los maleantes , al que roba despiadadamente , al asesino inpune , al que trafica con droga . Las otras estaban vacías . El único habitante de ese domingo era yo.

El burócrata dos se acercó a mi reclusión y me preguntó que a qué me dedicaba. Le dije seguro . Escribo en periódicos . ¡ Ah ¡ es usted peridista ?. Me pregunté para mis adentros que inteligente... Escribo libros. ¡ Ah ¡ es usted escritor ¡. ¡ carajo ¡ me volví a preguntar para mis adentros... escribo en periódicos y en libros... Se fue después de tomarme mis datos, y con la idea de que no pudieron doblegarme .

Llegó Tristán, y los cerdos hicieron cuentas , y hábilmente lograron hacerme un descuento considerando que había pagado parte de la multa con el tiempo cárcel .

Me pidieron firmar un libro morado con los datos de mi agresión a la perra hiena , debo decirte que escriben con faltas de ortografía . Cuando me ví libre , solicité mis agujetas para poder marcharme . Y el burócrata dos me recomendó que para otra vez tuviera cuidado con mis iras , que si se podía en lo futuro supiera controlarme , y si se podía dejarme pisotear por toda la jauría de cerdos y perros y changos ladrones .

Mientras me colocaba los hilos al zapato . Le dije que lo que sucedía es que este sistema en el que vivimos , es un sistema en donde se permiten muchas cosas , que es un sistema que se encuentra chueco , de lado , que la gente anda coja , jodiéndo a los demás , que aquellos que imparten justicia como ustedes se inclinan a favor de la maldad , y que también están chuecos . El burócrata dos se volteó a mirar a su compañero y le dijo : ¡ Dice que estamos chuecos ¡ ...


Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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México.