domingo, 30 de agosto de 2009

PONER UN HUEVO

PONER UN HUEVO


En un estado de no poder dormir a mis anchas plenas, decidí exprimentar con la cabeza . Eran casi las dos de la mañana y un hombre de barba se paseaba por la calle, miraba por las esquinas de la noche como esperando a que llegara alguien . Más tarde casi a las dos con 24 , se estacionó un carro compacto de color blanco . De su interior descendieron tres jóvenes de 16 . El hombre de barba comenzó a decirles desde el huevo y quién lo puso. Era el papá . Uno de los chamacos le dijo que la pila de su teléfono estaba agotada , la respuesta del padre enojado fue darle una cachetada sonora . Acto seguido se subió en su coche y se alejó con la rapidez de un pedo .



Entonces ya con el frío metido en mí busqué nuevamente las cobijas y chinito empecé a temblar , hasta que poco a poco fui adquiriendo calor y se me fueron cerrando los ojos .
Primero pensé que aún estaba despierto y que me encontraba en franca recapacitación para saber porque en la cabeza tenemos miles y miles de hoyitos de donde brotan como si fueran pasto los pelos que nos darán prescencia . ¿ Para que sirven los pelos ? . Supongo que para protegernos de las hostilidades de los climas . ¿ Y si en estas cavilaciones también me preguntará si un hombre pudiera poner un huevo ? .



Así que decidí acudir a una tienda de animales y busqué el mejor alimento , el que le dan a las gallinas y a los gallos . Decía el paquete que este producto estaba garantizado y que los nutrientes que lo contenían harían que la producción de huevo fuera muy generosa .



Llegué a la casa que antes tenía y en una habitación vacía procedí a llevar pastura seca ; es decir ese forraje que comúnmente se denomina como paja . Primero hice una especie de rueda con el propósito de darle forma . Conforme fue creciendo ya pude lograr las proporciones de un nido . De ahora en adelante sería El hombre que logró poner un huevo , o el hombre gallina . Esto último no lograba convencerme porque estos adjetivos se los daban a los hombres cobardes en Los Estados Unidos.


Pero no me importó yo sería el hombre gallina pero con otros propósitos . Posteriormente abrí el paquete de alimento . De primera entrada no sabía tan mal y si estaba tan repleto de nutrientes como decían pués que mejor . La primera cena fue tan generosa que mi estómago aumentó más de dos tallas , era casi un panzón. Ya con la barriga llena , busqué el nido y en posición de quién empolla , cái atrapado por los sueños. Estaba metido en el sueño del sueño .


Cuando pude despertar las tripas comenzaron a gruñirme de tal manera que no pude alcanzar la taza del baño y sin más remedio pués me cagué . Era un chorrilo intermitente que no cesaba . El alimento gallináceo le hizo chiras los intestinos . Ya repuesto de este pequeño obstáculo nuevamente ingerí el alimento pero ahora directamente de la bolsa , y como la consitencia de este era dura, recuperé lo mejor de mi metabolismo y supuse que mi organismo ya se encontraba preparado para fabricar mi huevo .



Esta vez , despedorré una almohada , le metí un navajazo y vi emocionado como brotaban las plumas . Luego busqué en la alacena una miel de abeja y procedí a untarme primero por las piernas , después hasta donde pude por la espalda . Unté de miel mis nalgas , luego mi cara . Embadurné los dedos , brazos y manos . Con las plumas blancas llené mi cuerpo . Ya para esos entonces parecía una verdadero gallina . Lo único que me faltaba era estar culeco . Ya en mi personalidad de pollo , volví nuevamente al nido , caia atrapado nuevamente por las tentaciones del sueño . Era las cuatro de la mañana de tres lunas en el futuro cuando nuevamente mi estómago entro en funciones , ahí en directo . Me coloqué nuevamente de cuclillas , con lo más abierto de piernas que pude . Contrajé mi panza y mis pensamientos estaban dirigidos al bello blanquillo que yo pondría . Después de muchos pujidos , me levanté con mi cuerpo de pollo , con mi aspecto de pollo y grande fue mi decepción al comprobar que mis esfuerzos habían sido en vano , no puse ningún huevo , lo único que pudo expulsar mi cuerpo fue una mierda enorme . Fue entonces que comencé a llorar , con dos o tres patadas destruí el nido que con tanto amor había construido , luego busqué el baño , abrí la regadera me enfrenté a una ducha de agua caliente , tomé una toalla , me acerqué a la cama y caí dormido. …


Original de Alfredo Arrieta.
Para el pueblodetierra.
MEXICO