domingo, 30 de agosto de 2009

EL SECUESTRO


EL SECUESTRO


Han pasado 25 años entre tumbos por aquí o por allá. Demasiadas calaminades en todas direcciones, por las temporadas más infelices. Sin embargo quiero refererirme a una de las situaciones más aterradoras que una persona pueda sufrir, el impacto de quién lo sufre deja secuelas que nunca podrás olvidar, es aquella ocasión que el miedo se apodera de ti y sucumbes hacia el abismo.
Una mañana de 1981, me dirigí a mi trabajo de Analista especializado titulado´que tenía en la Secretaría de Comercio. Llegué a la oficina como todos los días, llevaba puesto un saco azul que me acompaño por muchos años, un pantalón gris con tonitos también azules, zapatos boleados, mucho dinero, eran los tiempos mejores de cuando gobernaba México Miguel de Lamadrid, que tenía un lema bastante mamón: “ De frente de Lamadrid para presidente” . Crucé la puerta del mamotreto gubernamental, tomé el elevador al piso 5, subí y bajé. Allá estaba Alicia con su lunarcito y nalgona. Enfrente de mí se situaba Paty Córdoba y aquel cabrón que se apellidaba Guillén y que me robó una lancha con todos sus aditamentos : tenía sus remos de aluminio, chalecos salvavidas, un tanque de helio para inflar el bote, su brújula, además de un reloj marca bulova. Contaba con sus anzuelos y visores y unas pastillas charms que fueron las únicas con las que me quedé. La verdad fui muy torpe porque esa lancha era como aquellas que usan los gringos en sus rescates, cabían gratamente sentados 8 o 9 personas. Esa vez estaba platicando el pinche Nicolás Guillén ( Aclaro que no era el poeta de Cuba ) que tenía planeadas sus vacaciones para ir a Chiapas en donde lo que sobran son ríos. Decía que sería de pelos, tener una lancha . Y ahí entré yo, le dije que tenía una lancha bien mona y lo llevé a mi casa y se la presté ; el muy hijo de puta nunca me la regreso.
En esas estaba cuando me dijeron que había una llamada para mí: “ Te habla una señora “. ¿ Quién será?. Era Beatriz la esposa de mi papá me llamo para decirme que mi padre no había ido a dormir la noche del domingo. A lo mejor se fue de parranda, pero no era así porque Alfredo no era de esos . Estaba preocupada porque el día anterior, un domingo en la mañana Alfredo salió muy temprano de la colonia Educación , se levantó como todos los días , tomó un baño caliente , y se rasuró . Alfredo tenía la maña de emitir un gruñido cuando se rasuraba: grrrm, grmm, .

Dijo que empezó a preocuparse porque vió el periódico de la tarde que hasta ahora se publica : “ El Sol de México , dijo que los titulares decían : Zafarrancho en Milpa Alta”. Por esos días Alfredo trabajaba como funcionario alto del gobierno mexicano , y empleaba su mejores argumentos para resolver ciertos problemas agrarios .
Pués bien , ese domingo de 1980 , tomó hacia Xochimilco , pasó por Tepepan que es un lugar donde hay una infinidad de granjas expendoras de huevo rojo . Alfredo tenía una camioneta de las recientes marca dodge , era una camioneta familiar de color café . Se estacionó frente al edificio de la delegación política , y al momento de bajar fue acosado por un grupo de campesinos comuneros , que se lo llevaron con rumbo al monte , le quitaron los zapatos , y por la fuerza lo transportaron entre los caminos de piedra . Mientras eso sucedía en plena explanada y en pleno siglo 20 otro grupo de labriegos , tomaban por la fuerza a un líder local , procedían a golpearlo con patadas , boxers y cuchillos , cuando una mano asesina le arrojaba un balde de gasolina , y otra mano más prendió un clásico cerillo de la Central . El cuerpo del “ chícharo ” ardió como un bonzo .

El encargado político era un tipo al que le decían Navarro, sí ese que me prometió un trabajo que nunca me dio .

Así que decidí ir al sitio , sólo con mi alma , yo siempre me he caracterizado por ser un sujeto bastante rudo , y me decía para mis adentros pinches mierdas, en cuanto pueda los mato .
Mi primera sorpresa fue cuando en la explanada de la Delegación me encontré sentado en una banca a Rogelio . Rogelio era un amigo de mi hermano a quién conocía hace muchos años , era un tipo muy echador que me caía en la punta de rábano , y ahí estaba . Me acerqué y le pregunté intrigado por su prescencia , a lo que me respondío que se había enterado del secuestro por el periódico y como él era amigo de mi hermano , pués ahí estaba para lo que pudiera ayudar. Desde ese momento lo consideré mi amigo .

El sitio estaba en eso , parecía un estado de sitio , había policías judiciales , algunos miembros del ejército , policía preventiva y otros especímenes . Iban de un lado para otro , llamaban por radio , pero ninguno te informaba . Con el paso de los momentos supe cual eran los reclamos de los campesinos. Como siempre el gobierno chupeteador y pendenciero , hizo lo que quiso . Colocó unas torres monumentales para el trasporte de la energía eléctrica , pero se le olvidó indemnizar a los propietarios . Así que ellos cansados de las gestiones decidieron tomar el toro por los cuernos y hacer su justicia , sólo que la hicieron en la persona de mi papá .
Reclamaban ese pago que nunca fue dinero , sino que exigían que se entregara en cada pueblo , 12 tractores cuyo costo oscilaba en esos entonces como un millón y medio de pesos.
La Comisión Federal de electricidad culpaba a la Secretaría de la Reforma Agraria , y la Reforma Agraria culpaba a la Comisión Federal .

También tomaron secuestrados a otros funcionarios menores que según ellos también debían pagar . Y así fue , noches enteras de platicas , de estiras y aflojas . Una de esas noches un señor representante de la Confederación Nacional Campesina a la que pertenecía Alfredo , se entrevistó con los campesinos enojados , el acto llegó al enfurecimiento de este señor , les mentó la madre y dijo que si no los soltaban , el ejército entraría y los liberaría a como diera lugar. Los campesinos no cedían y más se encabronaban , retaban y decían que sí no les pagaba matarían a uno por uno . Ellos estaba apostados en las entradas de todos los pueblos , vigilaban con escopetas de alto poder a todo posible intruso mientras las negociaciones se daban . También participó en esos hechos un funcionario federal llamado Parcero López que en la actualidad se encuentra prófugo por haber cometido fraudes en el gobierno de la ciudad de México . A ese Parcero López , siempre le agradeceré su disposición por lo que hizo para la liberación de mi señor papá. Nos calmaba a mi hermano Fernando y a mí , nos invitaba a tomar atole champurrado en el mercado del pueblo .
Después y gracias a las gestiones del Secretario de la Reforma Agraria , García Paniangua , hoy difunto , se llegó a los resultados siguientes : Se decidió comprar los tractores solictados. Y llevarlos al lugar. El caso era entregar los artefactos y que nos dieran a las personas secuestradas hace más de una semana .
Esa madrugada, en Milpa Alta Distrito Federal, zona rural al sur de la ciudad de México, llegamos Fernando y yo , en ese entonces tenía un rambler rallie que era un auto que corría como diablo , lo tenía equipado con un carburador de 4 gargantas , que cuando se abría no lo alcanzaba nadie . Serían como las tres de la mañana y platicaba con él : Oye , ¿ mira esa calle empedrada hacia arriba?. Sí me dijo, escucha ; si de pronto llega una turba , lo que debemos hacer es salir rápido del coche y brincar esa barda , te dejas caer hasta que pasen, porque si nos agarran nos hacen pinole y nos va a suceder lo que les pasó a los de San Miguel Canoa . ¿ Crees que pase’? no lo sé pero por sí las moscas . Le dije que no soportaba el frío , así que bajé del carro y entré a una casa del pueblo en donde se negociaba la liberación. Había un patio de tierra ,y en los fondos unas señoras tenían una lumbre con un bote de agua hirviendo. Hacían té de hojas de árbol , . Les pedí un poco , sabía a madres pero aún así me lo tomé , era más mi frió . Se me acercó un indio discreto, llevaba un sombrero de palma , a lo mejor por él tejido , una camisa también blanca , inmaculada , su piel era muy morena . Era un indio del sur de Morelos , de la tierra de Emiliano Zapata , sus pies portaban unos huaraches que dejaban ver sus dedos que no mostraban el menor encogimiento por las temperaturas exageradas. En su cintura llevaba un machete extraordinario. ¿ cuántos habrá matado?. Me preguntó que con quién venía, me miró profundo , y esperó mi respuesta. Yo me encontraba en cuclillas frotándome las manos , lo miré sin mirarlo directamente y le respondí que venía con los amigos de la Reforma Agraria. ¿ Qué le parece lo que estamos haciendo?. ¿ El de secuestrar gentes ?. No es un secuestro , lo que pasa es que es la única manera de que esos cabrones del gobierno paguen. Y sí no es así uno por uno los matamos. Y el primero que matemos será ese pollo gordo , el licenciado güero. ¿ Qué le parece ?, pués mátenlos le dije , si ustedes cren que así se resuelven las cosas , pues mátenlos .

Llegaron los tractores que se compraron por la avenida Universidad , cada uno iba sobre un camión de plataforma . Se pararon sobre la casa en donde estábamos. Cuando de momento entró por la calle larga una camioneta ford de las de media carga que le dicen de tres y media , con un conductor asustado , porque minutos antes le habían disparado tremendas descargas de rifle Ak47. Salimos y observamos los múltiples agujeros que le hicieron a la lámina del autotransporte. Nos quedámos atónitos. Cuando se llegó a la determinación que sólo faltaba entregar los tractores a los dichosos pueblos . La respuesta fue obvia , nadie quería ir a la boca del lobo . Mucho menos morir tan joven . Miré a Fernando que asustado y con su cara me dijo todo . Creo que tú como primogénito mi querido Fer te toca ir a entregar los tractores. Es que el siempre fue un coyón. Así que por orden de aparición el próximo era yo . Me estaba armando de valor para acudir en la representación de la familia , cuando un un joven de lentes , y pelo chino que no recuerdo su nombre , o creo que le decían Campos Viques , se apuntó para ir a hacer la entrega de los tractores. Le pidió al conductor del trailer que se bajara , y se trepó hasta el lugar de quién maneja , metió las velocidades de esos pinches camiones que tienen tantas que no sé como le hacen para meterlas.
El trailer se alejó bajo las miradas expectativas de todos los presentes , el indio de Morelos me miraba sin perder ningún detalle.

Y así pasaron muchas horas , como decía José Alfredo Jiménez...

Mas tarde , el señor Campos bajó caminando calle abajo , debo aclarar que esos pueblos están construídos sobre las lomas. Lo vimos atentos , nos miró a Fernando y a mí , y lo primero que nos dijo fue : ya ví a tu papá , está bien . Para esto ya habían trascurrido más de dos semanas desde que llegué y ví a Rogelio sentado en una banca de la explanada delegacional.

Amaneció otra vez , el sol asomaba por el oriente , se veía a las señoras salir a ordeñar a su vacas , unos jovenes llevaban unos canastos de pan recién hecho y las gallinas paseaban buscando maíz. Y todos esperábamos la liberación que no se daba .

Al filo de las ocho , la expectación crecía , y queríamos apresurar los hechos pero estos transcurrían más lentos que de costumbre .
Un carro de los llamados peseros de esos años bajó apresuradamente , se estacionó enfrente de todos nosotros . De la puerta de atrás arrojaron un bulto que no era otra cosa que uno de los secuestrados . Ese muchacho , volvió a nacer . Sólo sufrió unos raspones pero fue liberado . Después el carro de alquiler , emprendió su violento recorrido y volvió a subir por otro bulto . A mi me parecía que el siguiente sería mi señor papá . Pero no fue así , trajeron sí a los otros dos secuestrados , y al dejar al tercero uno de los conductores nos gritó que subiéramos al cerro por el licenciado guero , volvimos a quedar atónitos, ¿ quién tendría ganas de subir con el consiguiente riesgo de perder la vida?. Se agruparon las policías , entonces me dispuse a acompañarlos en mi poderoso rallie. Busqué las llaves y fue cuando noté que las llaves temblaban y temblaban . ¡Carajo me dije , y yo que soy tan macho¡ .

Uno de la perjudicial notó el hecho y se invitó a acompañarme. Le dije , sabes manejar ?, sí , entonces maneja .
Tomamos por la carretera panorámica y vi a los campesinos parapetados en los techos de las iglesias , discretos en los caminos , escondiéndo sobre sus sarapes tremendas ametralladoras.
Llegamos a la plaza principal y esperamos. Cuando un bullicio se hizo patente. En un extremo del pueblo vi la silueta de mi señor papá , llevaba su paliacate rojo colocado sobre su cuello , portaba una camisa guayabera que es originaria de Yucatán , también usaba su clásicas media botas que nunca abandonó . Lucía pálido , parece que no bajó de peso . Lo llevaban unos señores del brazo , me miró y me pidió un cigarro , él nunca fumaba pero esa vez se lo acabó .

Subió a uno de los tractores recién entregados y dijo que el domingo siguiente regresaría al poblado para entregar una máquina de escribir a un muchacho que seguramente se encontraba por ahí . Después bajó y se subió al carro negro de Parcero , cerraron rápidamente y enfilaron camino abajo .
A Fernando no lo ví , porque todo era confusión . Subí a mi auto y me dirigí a la colonia Educación.
Bajé presuroso y les expliqué que mi papá ya había sido liberado . ¿ Y dónde está?. Fue a hablar con el Secretario de la Reforma Agraria . Esperamos un rato cuando de momento se estacionó un taxi amarillo y bajó mi señor papá.
En una pequeño hall , comenzamos a hablar. Nos platicó los detalles. Nos dijo que en verdad la vió muy gruesa , que en algunas noches llegaban los campesinos borrachos y lo amenazaban con matarlo. Que se asomaban por los ventanales para amenazarlo . Que se dormía sobre unos periódicos , que sabía que lo matarían .

Después mejoraron las cosas , emprendió su camino que era el de la política , se trasladó al estado de Yucatán para apoyar al gobernador de ese lugar el general Alpuche Pinzón , y el gusto le duró muy poco , al año de su cautiverio falleció en mi prescencia , levantó sus brazos clamando mi ayuda y también aire puro . Lo llevaron rápidamente a terapia intensiva y ví cuando le colocaron sobre su pecho los electroshocks , su cuerpo se levantó como en convulsión para caer sobre la camilla del ABC , después cruzó el río que todos cruzaremos alguna vez ...

Original de Alfredo Arrieta Ortega.
Nec spe, nec metu
Sin esperanza y sin gloria