EL DEPARTAMENTO SIN ESCALERAS.
Una mujer casi hombruna llega de repente a un grupo formado de personas de escasos recursos. Los mira con un odio que espanta. Le ve y les dice : ¡ Hijos de la chingada ¡ ¡ Mantenidos del sistema ¡ . Los indigentes la ven con recelo y ninguno entra en valor para decirle alguna cosa . Todos callan , lamen sus galletas ,agachan la cabeza como vaquitas al matadero muuu, muuu, muuu .
La mujer se llama Begonia, lleva unos pantalones caqui demasiados guangos, que no dejan descubrir que ella es mujer . Sus brazos fornidos por el ejercicio, presentan músculos por todas partes. Lleva puestas una botas negras de tipo militar,no tuvo hijos la manflora. Desde que era chica le gustaron las cosas de los hombres, se trepaba por los árboles con la destreza de un gato montez , subía tan rápido que los demás chavales siempre quedaban rezagados. Los que lograban quedar junto a ella, los golpeaba con saña al mismo tiempo que los insultaba. La Begonia , es una perra del ma l, sólo a Dios se le ocurrió crearla pero mejor dicho la maldad la debe de haber traído de su pinche padre, ese sí que era una joya es genético . A los primeros años ya había matado a un muchacho traficante , después le robó dinero a su mamá y era capaz de castigar a todos los que se le cruzaban por delante, a él le decían el Atilita, su furia era aterradora .
Es probable que los genes malditos los haya traído ese infeliz. Pisaba las flores con rencor, cuando tomaba café no le echaba azúcar para que le supiera amargo.
La Begonia, era de cara redonda, cejas pobladas y nariz recta, pero su mirada, ay señor, su mirada era como la de un diablo, de esos seres satánicos que andan por los lugares del mal .
Ella, se enroló en las milicias y como era demasiado ruda, la aceptaron de inmediato. La incorporaron a una especie de escuadrón de la muerte y su misión fue la de llevar miserables a ese centro de detención y eliminación de las especies nocivas.
Los llevó hasta el salón 19, los formó de mayor a menor , se sacó la metralleta del hombro y a sangre fría , disparó y disparó , los cuerpos fueron cayéndo como desguanzados , la sangre fluía hasta quedar inmersos en los charchos rojos negros . Después que los mató, y disparó y disparó , se agachó y con sus propios dedos , untó el suelo y probó el sabor de la hemoglobina . Que bueno le sabía...
Más tarde , se encontró en un departamento de más de siete pisos que no tenía escaleras , allí todo estaba pintado de un verde agua , parecía tranquilo , las paredes , los techo s, los pisos , todo era verde agua , como esos tonos bonitos de Cancún Quintana Roo . Llegó la Begonia después de sus faena de sangre , entró a su habitación , se sentó enfrente de la lap top , y mandó unos correos rápidos a cada uno de los familirares que acababa de matar :
” Estimado señor López “”
Después de una infructuosa búsqueda por todos los sitios de la ciudad , debemos comunicarle que no fue posible localizar a su papá , lamentamos esta situación , e informaremos con toda oportunidad a la Comisión de los derechos humanos , sobre esta desaparición .
Atentamente
Begonia Resendiz.
Después llevaba los cuerpos agujerados , abría una puerta y procedía a arrojarlos uno a uno hacia el vacío mientras repetía monótonamente : Me quiere , no me quiere , me quiere , no me quiere , me quiere no me quiere...
Alfredo Arrieta Ortega.
Gatodelperro2000@yahoo.com.mx
alfredoarrieta@terra.com.mx
Octubre 3 -2005.
México.
