viernes, 28 de agosto de 2009

LOS AZTECAS


LOS AZTECAS

Por Alfredo Arrieta Ortega.

Dicen que hace un chingo de años, pero un chingo de verdad, salieron unos grupos de humanos de aquellos rumbos de Occidente de lo que hoy se llama México. El cronista dice que eran un chingamadral de sutanos , fulanos y perenganos. Ellos decidieron partir porque en el sitio de nacimiento original no había opciones de progresar.

Empezaron a chingarse el lomo, primero descubrieron la agricultura, cuando uno de ellos miró una pequeña plantita que salía de entre la tierra. ¡ Que chingones colores ¡ se dijo como alucinado. Llamó a los otros que se acercaron en chinga. La flor, salía bella de entre las piedras. Mírenla, mírenla. Uno de ellos exclamó que la chingada luz de sol no lo dejaba apreciar a placer esa preciosa flor.

Llamaron al que sabía cantar y le propusieron que compusiera una canción super chingona que hicera palidecer incluso a la flor. Y así fue, el hombre se pulió se pulió y supo colocar una letra en sus labios que todos los indios aprobaban meneando sus cabezas. Nació un flor en el valle de occidente, nació feliz, como quién vive influyente. La riega un río que sirvió de tumba al chingado de José....


El hermano de José que en realidad se llamaba Ixcóatl, declaró enojado que su hermano no fue ningún improvisado, sí se ahogó fue porque esa tarde la corriente traicionera lo atrapó hasta que Ixcóalt chingó a su madre.

Nadie hacía caso de los reclamos del aborígen que quiere decir originario de ese lugar, todos se encontraban ensimismados con el flamante compositor que a su vez tocaba un pequeño tamborcito que emitía soniditos de chinga y jode.

Todos en la aldea se aprendieron la mencionada canción, estaba en sus mentes, nadie la olvidaba.

Así pués decidieron partir rumbo a los confines del sur y con una meta a cumplir. El profeta, santo, brujo o pitoniso, les dijo: Deberán caminar un chingamadral hacia abajo, deberán cruzar por valles y selvas., desiertos y hasta mares, en cuanto vean a una águila que come una víbora así de grande, así de chingona, esa sera la señal para establecerse. Allí harán una ciudad que habrá que chingarse.

Caminaron y caminaron, soles, lunas, soles. ¡ Cuando hijos de la chingada llegaremos, ya caminamos un chinguero y nada, esa águila que dijo el sacerdote no tiene para cuando chingados aparecerse. Estaban desanimados, chingados púes, sin ganas de encontrar nada. Su desanimo no les daba para nada, dormían al sereno, se tapaban con pieles de animales, no conocían las almohadas no conocian las camas.

De pronto uno de ellos se acercó con la intención maligna de chingarse a quién se dejara, de puntitas agarró el pequeño itacate que Ahuizotl había confeccionado. Al momento que escapaba, lo detuvo el brazo férreo de Cacamatzin, quién le dijo en perfecto náhuatl . Indio jijo de la chingada ¡ ti voy a partir la madre, eres un ratero qui roba, y ratero qui roba merece que chingue a su madre¡. Se trenzaron en una lucha a muerte Nopaltzin le daba unos golpes con su mazo bordado de conchas de nácar. Cacamatzin le daba una bola de putazos que la cara del infeliz volteaba para ambas direcciones. Chinga tu madre¡ indio ratero, le acomodó una bola de chingadazos que el indio ladrón quedó tirado casi moribundo mientras exclamaba : Ya no mi chingues, ya no mi chingues, indio chingón. El indio vencedor lo miró y le dijo que si volvía a las andadas le volvería a pegar tanto que se le quitarían las ganas de andar chingando gente.



Llegaron pués lo mexicas al inmenso lago que debieron ocupar debido a que del otro se habían rodeado de un chingo de enemigos que era bien chingones y poderosos. Pero en solo doscientos años lograron consolidar un imperio. Los sacerdotes explicaron que habían encontrado la señal de águila y ahí debían establecerse .

En el año 1325 fundan la ciudad de Tenochtitlán que casualmente es la ciudad de México en la actualidad.

Empezaron a trabajar que es una forma de decir a chingarse el lomo. Comenzaron a cultivar las chinampas que no eran otra cosa que islas flotantes en donde sembraban verduras, un chingo de flores como las de la canción y además criaban aves de corral.

Comenzaron a planear después de sacarle el agua al lago, sí chingamos esta parte por aquí, es posible que logremos una amplia avenida que llamaremos la avenida de los chingacabrones. Excavaron con su manos, utilizaron diversas herramientas elaboradas de palos y ramas, comenzaron a a cavar canales por todos lados que les servían para trasportarse por la ciudad. Construyeron unas pirámides así de chingonas y en su cúspide contruían templos para adorar a sus dioses más chingones.

En la época en que los españoles llegaron capitaneados por un chingonazo militar llamado Cortéz hacia 1519, en la zona que hoy se llama Tlatelolco hubo un mercado en donde se arremolinaban un chingamadral de gentes, casi sesenta mil y uno más, este mercado se podía conservar debido a los enormes tributos impuestos que exigían a los demás pendejos.

Dicen que el imperio mexica se extendía hasta lo que hoy es Guatemala. Los más instruídos dicen que hasta Colombia . A principios del siglo quince Tenochtitlán gobernaba conjuntamente con la ciudad de Texcoco y Tlacopan, cabe mencionar que los domingos en la plaza de Texcoco te puedes comer una deliciosa barbacoa con su consomé, ricas tortillas y su salsita de chile guajillo.
Los aztecas lograron chingar a todos, su poder era absoluto. Al final del reinado de Moctezuma 2 habían 38 provincias que pagaban tributo a los chingones imperialistas, mientras los pueblos de los alrededores sometidos y bastante chingados hacía lo imposible para deshacerse de esta bola de cabrones.
Estas luchas intestinas fueron un factor de suma importancia para favorecer al español Hernán quién debió de haberse dicho a estos me los chingo yo¡.

Muchos pueblos arrastrados se aliaron con los españoles porque su rencor hacia los mexicas era tanto que no importaba como ni a que precio había que chingarles la madre.


Moctezuma dió la bienvenida a Cortéz que dice fue pacífica lo llevó junto con su huevones capitanes a los mejores aposentos para que disfrutaran de la hospitalidad mexicana de cinco estrellas. Es probable que las superticiones que tenían mis paisanos hubieran confundido al tlatoani y pensar que Cortéz no era otro que Quetazlcóatl,. Moctezuma pués comenzó a darle un chinguero de regalitos que el otro los recibía complacido.

Los aztecas estaba divididos socialemente en esclavos, plebeyos y nobles; es decir como si fuera hoy mismo esclavos plebeyos y nobles. El esclavo era una especie de sirviente al que todos chingaban, los hijos de los pobres podian ser vendidos en una chingadera. Los esclavos podían comprar su libertad pero eso costaba un chingamadral de lana, los que que lograban escapar de sus chingados amos y llegar hasta el palacio real obtenían su libertad. Los macehualtin que quiere decir plebeyos se les daba un terreno para que construyeran sus casas. Los más chingados los tlamaitl no tenía propiedades y eran campesinos, igual que ahora.

La nobleza estaba compuesta por los nobles de nacimiento ( que raro ) además de los sacerdotes y los guerreros que a base de chingadazos lograron su estatus.

Los dioses tenían un papel de suma importancia eran unos chingonazos Huiztilopochtli que quiere decir Dios del sol, que pinches enredos, Coyolxauhqui diosa de la luna, chingada madre¡ que es asesinada por su hermano el Dios del Sol. También figuraba el Dios Tláloc Dios de la lluvia, y el mismísimo Queztalcóatl que inventó todo lo habido y por haber, la escritura, el calendario y lo más importante la resurección. De todos ellos.

Los aztecas llegaron a ser tan pero tan hijos de su chingada madre que no se tocaban el corazón para realizar sacrificos humanos, para los guerreros era un acto de distinción caer, morir ajusticiado por una lanza o un garrote enemigo. También las viejas que morían en el parto de igual manera estaban felices de ofrecerse al Dios en turno . también hacían lo que se llamó las guerras floridas y las hacían con el propósito de hacer más prisioneros con el fin de extraerles el corazón y ofrecerlo a los Dioses más glotones.
Elaboraron códices que aún hoy en nuestros días se conservan, la educación era de mucho, nivel a las mujeres se les exortaba a que fueran discretas, recatadas en sus modales y su vestir para que no fuera ser que llegara un aprovechado y decidiera chingarselas. Aprendían los quehaceres domésticos, hilaban y confeccionaban ropa. Los hombres debian ser sumamente chingones, no dejarse chingar por nadie, chingaban a quién se podía, se le infundía desde pequeños las dotes guerreras. Desde pequeños debían ser fuertes y chingones, de tal suerte se bañaban con agua fría porque no había aún calentadores a gas. Y además dormían en el suelo. Para fortalecer su carácter los chingaban y chingaban, les daban castigos severos y se fomentaban los valores: Yo chingaré, tú chingarás, él chingará, nosotros chingaremos vosotros chingaremos, ellos chingarán. Todos chingamos.
Se respetaba a los padres, a los viejos por igual, no se toleraba la mentira. En los jóvenes se fomentaba la música, lo mismo bailaban y cantaban, aprendían matemáticas, artes marciales, y conocían el calendario, o miraban el cielo.

El 8 de noviembre de 1519 y después de atravesar los volcanes Popocatépetl e Ixtaccihuatl se inicio la incursión la gran capital de Tonochtitlán, llegaron por la calzada de Iztapalapa un chimguero de gachupas y fueron alojados en los palacios reales, de esta manera los chingadores españoles se dieron cuenta de las probables riquezas que había en el México de ayer.

Moctezuma los recibió y más tarde fue hecho prisionero de estos hijos de la chingada. Más tarde Panfilo de Narváez llegó con el propósito de hacer preso a Cortez, quién fue mas chingón y lo derrotó, esto hizo que Hernán Cortéz acrecentara su poder militar.
Mientras Cortéz se hallaba fuera Pedro de Alvarado arremetío con los pinches indios, que según dicen las crónicas nos fue de su chingada madre.
Cuando regresó Cortéz decidio salir a oscuras de la ciudad para no despertar más lios, allí perdió la vida Moctezuma, cuando estaba calmando a los pobladores dicen que una voz enérgica le espetó : Moctezuma ya no eres nuestro emperador porque tú eres mujer de los españoles, y con ese ánimo mujeril te entregaste a ellos. Esto decía el joven guerrero mientras le lanzaba una piedra que fue a dar a la cabeza del emperador. Este joven necio no era otro que el último tlatoani: Cuauthémoc. Pero otros dicen que fue unas cuchilladas que le asentaron los españoles en la panza.
Cortéz salió sigilosamente pero los aztecas se dieron cuenta y procedieron a juntarse y procedieron resueltamente a darles una putiza de muy señor padre y Dios mío. Los infames gachupines corrían por todos lados; no podían comprender que esas maneras rudas , eran los usos y costumbres de estos pueblos. Cortéz perdió los tesoros que se había chingado, así como más de la mitad de sus hombres que para esos momentos se habían convertido en unas mujercitas lloronas. El conquistador de México, se sentó en un árbol que existe hasta la fecha ya en tristes ramas, y se sentó a llorar, esta batalla de odio se llamó la noche triste.

Más tarde los spanish buscaron ayuda en otros indios llamados los tlaxcaltecas que no eran tan chingones como los aztecas pero se defendían bastante bién y como en todos lados hay traidores pués así lo hicieron.

El 30 de mayo de 1521 , asediaron digamos que oficialmente la ciudad de Tenochtitlán. Cortéz concentró a ochenta mil ñeros, reforzó sus tropas con otras que habían llegado a la Veracruz.

Mientras tanto los mexicanos habían convocado a elecciones y habían designado a Cuitláhuac como sucesor de Moctezuma que según sé fue presa de la viruela, desde entonces odiamos a los españoles, porque nos pegaron la viruela, y nos enseñaron a hablar en español..

El 13 de agosto de ese año cayó la ciudad de México-Tenochtitlán, en manos de Hernán Cortéz quién a su vez tomó prisionero a Cuauthemoc.

Cortéz se va a vivir a lo que hoy conocemos por Coyoacán ( Coyote hambriento ) , y procede a reconstruir la nueva ciudad de México.
Más tarde Cortéz hubo de salir para sofocar una rebelión que había propiciado Cristóbal de Olid, esta situación de ausencia propicio en la ciudad tal desmadre, abusos y atropellos.

Ya gobernante de México y obedeciendo instrucciones de su rey regresa a España quién no le da el gobierno total de la Nueva España, pero lo hace marqués del Valle de Oaxaca . Se casa con una tal Juana de Zuñiga y regresa a México hacia 1530. Hernán Cortez murió el 2 de diciembre de 1547 a la edad de 62 años.


Material de archivo de Alfredo Arrieta Ortega.
México.
alfredoarrieta@terra.com.mx
gatodelperro2000@yahoo.com.mx