sábado, 29 de agosto de 2009

EL SOPOR DE AYER



EL SOPOR DE AYER


Anoche, me invité a dormir, pude hacerlo después de estar en la realidad absurda, y caí en la cueva negra de los sueños. Hay mil murciélagos pegados a los techos , dormidos, quietos.
Pelan sus dientes filosos, sus hocicos babean sangre.
Los miro desde una pared contraria, los miro y guardo silencio.
Cuando dan las tres de la madrugada salen en diferentes direcciones: Unos al sur , cubren los cielos del mundo, se acercan al ganado vacuno y caballar, les chupan sus sangres, las vacas siempre con sus miradas indiferentes parecen que aceptan. Entran a los pueblos de América y se meten a las casas, esparcen su guano sobre los techos y sobres las vigas de los techos. Uno bailan en los delgados cables de luz, otros toman sangre de los pechos turgentes. La dama duerme , se siente complacida, siente en sus sueños que el amante mama sus pechos y el amante no es más que un muerciélago de San Luis Potosí.
Me llama mi abuela que también es un murciélago, me pide sangre pero no le hago caso.
Me llama mi madre , que también es un murciélago, ella es oscura , tal vez negra , me pide dinero y le entrego sangre .
Me llaman mis hermanos , ellos son vampiros.
Me llaman mis amigos y les doy palabras.
Me llaman mis maestros y me entregan libros.
Me llaman los sonidos y me aturdo a gritos.
Me llaman los murciélagos y les toco el piano.
Me llaman los curas y me ofrecen rezos.
Me llaman los orates , les escribo un discurso.
Me llaman los placeres y te toco el coño.
Me llaman los temores y caigo en el pantano.
Me llaman los idiotas y me cago en ellos….

Pero eso no importa , ahora soy una mitad elemental . Mi parte primera se encuentra en disposición a la otra , es decir , se complementa, la mitad primera es mi madre , la otra el progenitor de polvo .
Tengo además un ojo y dos . El primero sabe mirar , el otro es bisco, está en ninguna parte , él solo vé los tonos violetas, y las sombras .
Además de esto en el sueño de las mitades , me congratulo de los pares , los senos que me amamantaron, las piernas que me llevaron , las manos que dirigieron .
Estoy enfrente de mí , de mi propio enemigo , de la intimidad y el miedo que me provoco. Estoy borracho de sueños , confundo los días y las noches , los tiempos y los estados de depresión.
No debo despertar y sueño que estoy dormido , dependo de los sueños para entrar al caos de los impulsos eléctricos , de los caminos por andar, de los viajes astrales y de mi posible ruta a lomo de mula .
Allá están dos pares de pájaros , son dos pájaros ordinarios, tiene picos y alas, zurran al vuelo y hacen piruetas .
Abajo los diablos tratan de alcanzarlos , les lanzan sus trinches y a ninguno le dan . Les presto un rifle y me miran con miradas de diablos. Pobres pendejos , pobres diablos pendejos . Tomo el rifle y en lugar de dispararle a los pájaros le doy en sus pechos rojos.

Original de Alfredo Arrieta Ortega.
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México.