sábado, 29 de agosto de 2009

EL SUEÑO



EL SUEÑO




No sé bien a bien , sí en los sueños se pueden saber con exactitud los días en los que estás situado. Por ejemplo : siendo el día 8 de feberero de 2005, a las cuatro de la mañana, mi cerebro esta teniendo un sueño que a decir verdad es un pinche disparate.
Todo comienza en una aberca, en donde puedo ver sus aguas ir y venir, descubro a lo lejos una joven de tez morena y cabello lacio llamarme y se puede ver su rostro en una actitud de acariciarme con esos ojos bellos.

Ella está situada en una ventana, recarga su brazo y con el otro me llama. Corro hacia ella con pasos veloces, mi corazón se embarga de una felicidad al verla , pero la verdadera razón de la rapidez de mis pasos es que me estoy meando.

Pregunto a otra joven discreta que nos mira y le pregunto como llegar a la joven dama que me sigue llamándo desde su atalaya. La joven discreta saca un manojo de llaves me dice cual es la que abre el baño, es una llave señalada con una pequeña ranura y un número. Lo tomo en la prisa que tengo y subo escalones y abro una puerta pintada de blanco ostión. En el interior observo lujos desmedidos a los que no tengo derecho. Subo por una escalera forrada de tela violeta. Y me encuentro de pronto en un piso muy elevado, comienza a temblar muy duro, debe de ser en la escala más alta, el edificio se cimbra, se retuercen su ventanas y vidrios, espero que se rompan pero parecen de chicle, solamente se retuercen, como si de un trapeador se tratara.

Más tarde un columpio pasa cerca de mi cara, y pasa y pasa, casi pegándome, le miento la madre y nadie va arriba.

Alfredo Arrieta Ortega.
México.
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
8 de febrero de 2005.
Material de archivo.

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